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De la mesa a la huerta: cómo aprovechar los desperdicios en cuarentena

desecho de comida

La cocina es una fuente casi inagotable de recursos para la huerta. La gran mayoría de los desperdicios que terminan en el tacho de la basura tienen una aplicación casi inmediata en la agricultura. Y por tanto también en cualquier huerta. Es la manera perfecta de cerrar el círculo: de la huerta a la mesa y de la mesa a la huerta.

Cáscaras de fruta, peladuras de papas y restos de verduras constituyen un abono perfecto, previamente sometidos al compostaje.

Este proceso tiene un pequeño inconveniente, y es que no todos contamos con las condiciones adecuadas para llevarlo a cabo. Requiere algo de espacio, aunque no demasiado, y sobre todo puede generar olores u otras pequeñas incomodidades que hacen que el balcón de un piso no sea el escenario más propicio para instalar una compostadora.

La buena noticia es que para usar algunos de estos desechos no es necesario compostarlos, precisan un tratamiento mínimo y pueden cumplir diversas funciones en nuestras macetas o mesas de cultivo.

Esta es solo una pequeña muestra de trucos caseros para reciclar en la huerta.

Albahaca

Propagar albahaca es de lo más sencillo, recorta hojas con aproximadamente diez centímetros de tallo y ponelas en un vaso con agua (las hojas no pueden mojarse). Ubica este vaso en un área soleada, pero que no reciba luz solar directa. Cuando las raíces midan 4-5 centímetros, trasplanta a una maceta con tierra.

Lechuga

Colocá el corazón de la lechuga que te sobró de la última ensalada en un recipiente con 1-2cm de agua en un lugar que reciba bastante luz solar. Espera tres o cuatro días hasta ver raíces y hojas nuevas, esto te indica que la lechuga está lista para ser trasplantada a la tierra.

Papas

No desperdicies papas que empezaron a germinar, recorta los ojos germinados o directamente utiliza la papa entera. Creá un pozo de 10 centímetros de profundidad y colocá la papa con el ojo germinado orientado hacia arriba. Cubrí con tierra y esperá unas semanas para comenzar a ver las hojas. Bajo la tierra en este momento se generan decenas de raíces y comenzarán a aparecer pequeños papines.

Ajo

A partir de un diente de ajo podés crecer una nueva cabeza. Colocá el diente con las raíces hacia abajo en la tierra, ubicá la maceta en un lugar donde reciba mucha luz solar, preferiblemente afuera durante el día. Aproximadamente un mes luego de que salen las primeras hojas, brota un vástago redondo que tiende a enroscarse.

Cortá este “porrino” para que la cabeza del ajo reciba todos los nutrientes y energía, pero no lo tires ya que es una delicia gastronómica.

Cebolla

Las cebollas son muy fáciles de crecer dentro o fuera de la casa. Cortá la raíz junto a 2-3 centímetros de cebolla y cubríla con un poco de tierra, en una zona soleada y sorprendete al verla crecer.

Cebolla de verdeo

Aún más sencillo que la cebolla, para crecer cebolla de verdeo solamente necesitas sumergir la base en un recipiente con agua bajo luz solar directa. Cambiá el agua cada pocos días. Las hojas continuarán creciendo y podrás cortar de acuerdo a lo que necesites.

pimientos

Incluye algo de picante creciendo morrones y pimientos desde sus semillas. Cuando las remuevas asegúrate de recolectarlas y plantarlas en tierra en una sola que reciba mucho sol. Los morrones no necesitan mucho cuidado, y una vez que hayas cosechado podés guardar nuevamente las semillas. ¡Mucho cuidado con el frío!, ya que impedirán la germinación.

Tomate

Al igual que los morrones, para plantar tomates necesitarás enjuagar y dejar secar las semillas. Mantenelas adentro hasta que notes crecimiento, y cuando midan unos diez centímetros, podés mover tus plantas de tomate al jardín donde reciban buena cantidad de luz solar. Recordá que en invierno tendrás que moverlas nuevamente al interior para resguardarlas del frío.

Batata

Enterrá una batata o parte de ella bajo una capa fina de suelo, hasta que veas brotes (si no ves brotes, es porque la variedad que utilizaste está modificada para no propagarse). Cuando estas guías midan unos diez centímetros, retirá la tierra, removelas y replantalos con una separación entre sí de 30cm. El crecimiento de nuevas batatas tarda hasta cuatro meses, mientras tanto cuidá las plantas de las babosas.

Para una planta sencilla: coloca el boniato en una maceta colgante y deja que las guías crezcan libremente. No tendrás nuevos boniatos, pero tendrás una planta muy bonita.

Fuente: Infocampo

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