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Las resistencias antibióticas, un problema que crece y debe atenderse

Las resistencias antimicrobianas a los antibióticos son una problemática que crece a nivel global. 

En el marco de la asociación estratégica que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) tiene con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), especialistas del Servicio y sus pares del Servicio de Antimicrobianos de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud Doctor Carlos Malbrán (ANLIS) capacitaron a ocho profesionales provenientes de Jamaica, Barbados, Guyana y Surinam.

El Laboratorio de Referencia que el Senasa tiene en la localidad de Martínez, provincia de Buenos Aires, fue el lugar elegido para que los profesionales de las direcciones de Productos Veterinarios y de Laboratorio Animal del Organismo capacitaran a los representantes de los países caribeños.

Esta es la segunda etapa del proyecto triangular para el fortalecimiento de la vigilancia y detección integrada de la resistencia antimicrobiana en la Comunidad del Caribe (Caricom). En la primera etapa, los profesionales argentinos también estuvieron a cargo de las jornadas de capacitación, pero en centros de salud y laboratorios nacionales de Barbados, Trinidad y Tobago y Jamaica.

La iniciativa de cooperación triangular permite que profesionales argentinos capaciten, durante dos años, a sus pares de catorce países caribeños en las técnicas y procedimientos avanzados que se aplican en nuestro país para detectar, vigilar y prevenir la resistencia antimicrobiana.

Desde el año 2014, el Senasa forma parte de un equipo de trabajo interinstitucional junto con los Institutos Nacionales de Tecnología Agropecuaria (INTA), el  Malbrán y la Secretaría de Salud. Lo integran médicos, veterinarios, farmacéuticos, biólogos y microbiólogos que vigilan a las bacterias resistentes y dan recomendaciones a los profesionales de la salud para que actúen de la mejor manera cuando enferman a personas y animales.

USO RESPONSABLE

Los antimicrobianos son medicamentos esenciales para la salud humana y animal. Desde su descubrimiento, y a medida que se fueron incorporando nuevos principios activos, millones de vidas se salvaron gracias a ellos.

Sin embargo, su uso masivo generó la aparición de cepas bacterianas resistentes a estos agentes que causan cuantiosas pérdidas humanas y económicas cada año.

En un contexto en el que la eficacia de los antibióticos se enfrenta cada vez más a la emergencia de la resistencia antimicrobiana, se hace necesario un uso prudente y responsable de estos medicamentos por parte de las personas y de los profesionales que los prescriben.

Sin antimicrobianos eficaces para prevenir y tratar infecciones, intervenciones quirúrgicas y tratamientos como el trasplante de órganos o la quimioterapia se convertirían en procedimientos de muy alto riesgo.

Considerando que el 60% de las enfermedades humanas infecciosas conocidas tiene origen en los animales, la RAM supone una amenaza cada vez mayor para la salud pública mundial y requiere de la concientización por parte de todos.

PREVENIR LA RAM 

Las principales recomendaciones para las personas se relacionan con mantener hábitos de higiene -como lavarse bien las manos-, preparar los alimentos en condiciones higiénicas y de manera segura, y con usar antimicrobianos únicamente por indicación de un profesional y a través de un diagnóstico adecuado.

Al utilizar antibióticos sin prescripción, tanto en medicina humana como veterinaria, contribuimos a que este fenómeno se siga perpetuando.

Por eso, es importante seguir las indicaciones para la toma de medicamentos, respetando la cantidad de días, la dosis y la frecuencia. Es decir, aunque los síntomas disminuyan, no debe suspenderse ni modificarse la modalidad de la toma.

Asimismo, se recomienda visitar regularmente al veterinario para que vacune y desparasite a nuestra mascota, y no utilizar medicamentos sin indicación.

El uso de productos veterinarios en animales de producción y de compañía, debe realizarse de manera responsable, racional y únicamente bajo supervisión veterinaria. Los productos deben estar aprobados para su uso por el SENASA y su utilización debe quedar asentada. Además, los antibióticos no deben aplicarse para estimular el crecimiento ni para prevenir enfermedades en animales sanos.

Algunas opciones alternativas al uso de antibióticos para prevenir enfermedades en animales son un mayor esmero en la higiene, un mejor uso de la vacunación y la introducción de cambios en las prácticas de estabulación y cría de animales.

Antes de administrarse un producto veterinario, debe verificarse su fecha de vencimiento y que las condiciones de su almacenamiento y empaque hayan sido las adecuadas.

Es muy importante seguir las indicaciones especificadas en la etiqueta o el prospecto de cada producto veterinario, respetando dosis, duración del tratamiento, uso de instrumental adecuado para su aplicación y período de retiro antes de vender o enviar un animal a su sacrificio para consumo (de lo contrario, debe informarse al comprador su condición y detalles del tratamiento).

Fuente: Infocampo

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